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‘Star Wars’ en los videojuegos: ¿la fuerza acompaña?

‘Star Wars Jedi: Fallen Order’ (Respawn, 2019)
‘Star Wars Jedi: Fallen Order’ (Respawn, 2019)

Respawn Entertainment saca la secuela de Jedi: Fallen Order, y aprovechamos que el río pasa por Tatooine para hablar de juegos ambientados en el universo Star Wars.

No está bien decirlo en voz alta, pero nunca hemos sido muy fans de Star Wars. A ver, ¿a quién no le gusta Star Wars? Desde luego, nosotros no diremos lo contrario. La trilogía original, sobre todo el episodio IV y El Imperio contraataca, siguen manteniéndose firmes gracias al buen hacer de Lucas en la primera y de Lawrence Kasdan en la segunda. Pero que te gusten las películas no implica veneración. Nosotros no estamos en esa onda de canonización de este universo ficcional. Cosa bien distinta es que no nos interese nada o que el videojuego, como medio diferente al de los films, no nos haya traído productos de nivel, que incluso nos gustan más que las películas.

En mayo llegó Star Wars Jedi: Survivor, la secuela de Star Wars Jedi: Fallen Order, el cual nos gustó allá por el 2019. Dado que cuando escribimos esto aún no hemos podido catarlo, decidimos hacer un repaso de algunos de los videojuegos del universo Star Wars que nos han interesado por una razón u otra. Nos dejamos muchos fuera, algunos pobretones, otros de nivel, así como los que están por venir. Hay demasiados juegos de Star Wars, así que no nos culpéis por no mencionar vuestro favorito. Esto está pensando para aquellas personas que, por alguna razón, se quieran acercar a esa galaxia muy lejana en donde los Rebeldes y el Imperio llevan a hostias una eternidad.

‘Star Wars Jedi: Fallen Order’ (Respawn, 2019)

Uncharted-Sekiro-all-together’

‘Star Wars Jedi: Fallen Order’ (Respawn, 2019)

Jedi: Fallen Order tuvo una acogida irregular. Están los que, como nosotros, disfrutamos del juego, pero que reconocemos que su desarrollo tuvo que ser apresurado, desordenado e ineficiente para la magnitud del proyecto que tenían entre manos. Detrás de esto está Respawn, una de las empresas más solventes de los videojuegos contemporáneos, querida por los críticos por haber desarrollado los mejores Call of Duty y, sobre todo, la campaña de Titanfall 2, posiblemente la mejor campaña para un jugador desde Half-Life 2. La seña de identidad de esta empresa, aunque pueda sonar a broma, es el wall-running; raro es el juego que sacan en el que los personajes no puedan corren por la superficie de un muro. Cosas de los videojuegos. Si ustedes no son de por aquí, no traten de entenderlo: quédense con la idea de que correr por un muro y dar saltos es muy guay, da igual la edad que se tenga. Parkour, pero del bueno.

En Jedi: Fallen Order se cuenta la historia de un jedi que se oculta de las miradas del Imperio trabajando en la construcción de naves en un planeta lejano. La orden de eliminar a todos los jedis se ejecutó tiempo atrás y los pocos supervivientes tratan de ir de perfil. Por supuesto, algo sucede y los inquisidores (estos sith del lado oscuro que cazan jedis) acaban por encontrar a Cal Keltis, nuestro jedi (bueno, un padawan, ¿vale?…; ¡malditos friquis!), y desencadenando una serie de acontecimientos que llevarán a que Keltis realice su particular periplo del héroe. De niña a mujer, como la canción que Julio Iglesias dedicó a su hija Chaveli, como rito de paso, este padawan pasa a jedi de pleno derecho, equivalente de la transición de Chavelita.

El juego trata de congeniar diferentes cosas que en esos años estaban de moda. Algunas con mayor acierto que otras. Tiene partes muy guionizadas y bombásticas que recuerdan a Uncharted, mientras que el resto del juego es un metroidvania que copia el combate del magnífico Sekiro. Además, cuenta con un nivel muy facilito de dificultad con la intención de que si eres un jugador que ha acabado ahí por casualidad, puedas disfrutar la experiencia. Pero Jedi: Fallen Order se disfruta más en niveles de dificultad exigente, pues es ahí cuando los combates lucen. ¿Problema? Que tenía más fallos que una escopeta de feria: saltos mal calculados, bugs y caída de frames lo hicieron casi injugable de salida. Todo esto se fue arreglando con el tiempo, pero, oigan, ustedes, señores de los videojuegos: basta de sacar la comida a medio cocer. Si esto fuera Pesadilla en la Cocina, el plato se devuelve. Ahora bien, los jugones parece que se comen lo que les metan, aunque sean croquetas congeladas hábilmente disfrazadas de caseras.

La crítica estuvo también contrariada por cómo Respawn había fagocitado, de mala manera, los diferentes mecanismos de otros juegos para entregarnos una aventura por debajo de las expectativas. Se le acusó de falta de identidad. Y hay bastante razón para afirmar esto. Sin embargo, si eliminamos la frustración producida por lo mal que funcionaba el juego en su salida, nosotros lo disfrutamos bastante. Sobre todo por la parte del combate: ya dijimos que el wall-running es lo mejor de la vida, pero los combates tipo Sekiro contra los inquisidores y aplicar la fuerza para mandar a los soldados del Imperio al quinto pimiento da un gustito importante. Desde luego que tenemos ganas de probar el Jedi: Survivor. De hecho, igual lo estamos jugando ahora mismo, mientras lees esto.

‘Star Wars: Battlefront II’ (EA, 2017)

Toñas en una galaxia muy lejana

‘Star Wars: Battlefront II’ (EA, 2017)

EA tenía el monopolio de los videojuegos de Star Wars. De hecho, todos los juegos de esta lista los distribuye y financia EA. Parece ser que han perdido la exclusividad y otras compañías, en el futuro, nos traerán más Star Wars. Tampoco es que estemos agitando los brazos de alegría wookie-style, pero, la verdad, siempre hemos preferido los juegos a las películas. Al menos a lo que se hace ahora en televisión con la franquicia de Lucasfilm.

Star Wars: Battlefront es un multijugador de batallas entre equipos enormes de jugadores, generalmente, 32 vs. 32, pero puede que se haya doblado la cifra en los últimos tiempos. En su segunda parte, la aquí comentada, se juegan batallas de las épocas más relevantes representadas en los films, por lo que no solo es Rebeldes contra Imperio, sino que también podremos llevar a los soldados clon de la República contra los droides de la Compañía de Comercio (en realidad, no se llamaban así los malvados de los episodios I, II y III, pero, mirad, nos da una pereza tal buscarlo que se van a quedar así, ¿de acuerdo? Venga, pues todos contentos). Una de las características que más gustaba consistía en que cuando adquirías un determinado número de puntos podías trasformar a tu avatar en uno de los protagonistas de los films, convirtiéndote en un rival muy poderoso contra el resto de los jugadores. Según el escenario que uno estuviera jugando, podías convertirte en Darth Vader, Yoda, Luke, Leia o Boba Fett, entre muchos otros. Una gozadera. Pero lo mejor, desde nuestra perspectiva, eran los escenarios de batallas entre naves. Si el juego, en general, era un Battlefield con el tema de Star Wars, las batallas de naves sí que se escapaban del esquema del otro buque insignia de EA en cuanto a juegos de multijugador competitivo por equipos.

‘Star Wars: Battlefront II’ (EA, 2017)

Cuenta con una campaña para un jugador que es pasable. Es corta, fácil y, en fin, tampoco muy inspirada, pero que sirve para entender los rudimentos del juego y dotarlo de un contenido extra. En realidad, con el tiempo, el empaque es muy bueno e igual es de los videojuegos de Star Wars más entretenidos. Dicho esto, Battlefront II tiene mala fama por culpa de las malas prácticas de EA. Llevaría tiempo explicarlo, pero, resumiendo, la salida del juego estuvo condicionado por un claro sistema de paga para ganar que enfureció (con razón) a los usuarios. El sistema fue eliminado parcialmente, pero el daño estaba ya hecho y precipitó al título a un fracaso moderado, en cierta medida. Desde nuestro punto de vista, sigue siendo un juego recomendado, sobre todo si lo encuentras gratis en alguna plataforma que lo haya regalado. Al menos da para unas semanas de pegar tiros. Luego, igual, mejor olvidarse, porque por mucha variedad que quiera ofrecer, el juego es lo que es.

‘Star Wars: Squadrons’ (EA, 2020)

¡Ojalá, ‘TIE Fighter’!

‘Star Wars: Squadrons’ (EA, 2020)

De pequeñitos, TIE Fighter (Lucasfilm, 1994) nos pareció lo mejor del mundo. Un juego que simulaba las batallas de naves de Star Wars (lo más molón) pero desde la perspectiva del Imperio. TIE Fighter formó parte de una trilogía de juegos de naves que comenzó con X-Wing y acabó con X-Wing vs. TIE Fighter. Los entendidos de esto consideran que el mejor fue este último con bastante razón, pues se trataba de un juego que permitía el juego multijugador en línea, donde podían pelear las naves más emblemáticas de la Rebelión y el Imperio. Nos da igual: nuestro favorito sigue siendo TIE Fighter. Esos cazas superrápidos pero que tienen la fragilidad del excremento de pavo, con ese diseño tan extravagante que todo el mundo recuerda (¿y qué decís del característico sonido que hacen al pasar?), son muchísimo más molones que las naves de la escoria Rebelde, qué duda cabe.

Star Wars: Squadrons se inspira en X-Wing vs. Tie Fighter y, aunque tiene un carácter de arcade, exige mucho más que, por ejemplo, las batallas de naves de Battlefront II. Aquí se nos pide que controlemos muchos más elementos, como la potencia de armas y escudos (que debemos ir controlando según la situación). No es un simulador tipo Flight Simulator de naves ficticias, decimos, pero sí que es más completo que un arcade. En esta, al igual que en la referencia, puedes controlar tanto a los Rebeldes como al Imperio. Cuenta con una campaña correcta, pero la gracia es el multijugador. Llama la atención, no obstante, que tanto la campaña como el multijugador pueden ser jugados en RV; tal vez no sea la manera más óptima de jugar si eres un jugador competitivo, pero consideramos que es la mejor manera de jugarlo para pasarlo bien. La realidad virtual se hizo para estas cosas, no para reuniones de trabajo que podrías hacer por Zoom. Zuckerberg, amigo, tu metaverso es la mentira de esta década.

‘Star Wars: Squadrons’ (EA, 2020)

Como decimos, Star Wars: Squadrons está lejos de ser perfecto y, honestamente, a nosotros nos acabó por aburrir en poco tiempo, pero desde TIE Fighter no ha habido un juego que le haya hecho sombra hasta que apareció este Squadrons. Y si tenemos un grupo de amigos y amigas que se puedan unir a nosotros, seguro que da para unas cuantas risas, momentos épicos y diversión asegurada. En realidad, aunque a veces nos pongamos estupendos con los videojuegos, como si quisiéramos que fueran películas de autor, uno juega para pasarlo bien, al menos por lo general. Star Wars: Squadrons nos da esa opción.

‘Knights of the Old Republic’ (Bioware, 2003)

El favorito de los fans

‘Knights of the Old Republic’ (Bioware, 2003)

Alguna que otra vez hemos comentado que no somos muy fans de Bioware, cosa que no es una opinión demasiado popular entre la gente que juega a videojuegos, pues esta compañía es reconocida como un pináculo de las mejores historias del medio. Aunque solo fuera por Baldur’s Gate, Dragon Age y la saga Mass Effect, ya tendrían ganado el cielo, pero es que hasta un producto “menor” como Pentiment está escrito con un mimo que resulta de agradecer. No toman por idiotas al jugador medio y pulsan ciertas teclas que ayudan a comprometerse con la historia, por no mencionar que sus personajes, siempre complejos, no son el prototipo de personajes vacíos típicos del medio. Dicho esto, de nuevo, nunca han acabado de conectar con nosotros.

Uno de los videojuegos que les lanzó al estrellato, y que sigue siendo un “favorito del fan”, es Star Wars: Knight of the Old Republic (KOTOR), que ya tiene veinte años (Jesús, cómo se va la vida, que decía Jorge Manrique). Cuenta con alguna secuela, y sigue poniéndose como ejemplo de cómo debería ser un buen juego de Star Wars. KOTOR es un juego de rol que basa su sistema de juego en las reglas del Dragones y Mazmorras 3.ª edición. Por tanto, las estadísticas, el combate y las situaciones donde hay que tirar de habilidad se resuelven con dados de veinte caras (evidentemente, el sistema se encarga de esta tarea, no se ven los dados). En un artículo reciente, hablamos de cómo Dragones y Mazmorras (D&D) ha sido un agente fundamental para la construcción del videojuego contemporáneo.

‘Knights of the Old Republic’ (Bioware, 2003)

KOTOR también se recuerda porque, según las decisiones que tomamos, se nos va situando en el lado oscuro o más próximo a la fuerza, cosa que da la (falsa) sensación de agencia y de toma de decisiones morales. Pero, en realidad, poca decisión moral hay cuando un sistema ya te está informando sobre qué está bien o mal de antemano, pero bueno, esta es una cuestión que le importa más a la gente que estudia la ética.

La puesta en escena también era original en una época en la que escaseaban los productos que indagaban en el background del universo de Star Wars. Aquí nos vamos hasta la Antigua República (como cien años antes de los primeros films), en donde tendremos una lucha entre los with (los jedis malos, malos, malísimos, para el que no conozca el trasfondo) y los defensores de la República, los jedis. Entre nosotros, si uno no piensa en los jedis como “magos en el futuro”, todo esto tiene un tufo a teocracias que tira para atrás. Mejor no pensarlo. Sea como fuere, además del buen hacer de Bioware, el juego permitió a los jugadores meterse de lleno en un mundo nuevo, alejado de la familia Skywalker, que a día de hoy sigue siendo venerado. Por poco que nos interese, hay que reconocer que algo tendrá de bueno.

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #306

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