Pasar al contenido principal

De la droga caníbal a los zombis de la ‘flakka’, hemos acabado fumando Alfa

La historia de Alfa-PHP y Alfa-PhiP

Quizás el título no es muy preciso, porque la experiencia nos muestra que estas dinámicas no se acaban nunca cuando estamos hablando de la creación de nuevas sustancias de síntesis (NPS) y su posterior fiscalización, antes o después, por las autoridades de los países. En este artículo vamos a comentar la dinámica de aparición y posterior fiscalización de un tipo de sustancias que en un par de ocasiones han llegado a ser protagonistas en los medios de comunicación de medio mundo. Se trata de las pirovaleronas, unas potentes parientes de las catinonas y de las que unas vienen y otras van, unas vienen y otras van, como cantaba Camarón de la Isla. 

MDPV: la droga caníbal y el debut de las pirovaleronas 

En mayo del 2012 se produjo una agresión con mordiscos en la cara a un indigente en Miami, que se atribuyó de forma falsa al uso de la sustancia llamada metilendioxipirovalerona (MDPV). Los resultados de la autopsia del atacante, abatido a tiros por la policía, descartaron la presencia de esta sustancia. No obstante, los medios de comunicación la denominaron “la droga caníbal” y es posible que, hasta esa fecha, no se habían atribuido a una sustancia cambios de la conducta tan considerables, exceptuando el elixir que tomaba el Doctor Jekyll. Pero al sensacionalismo habitual que rodea las drogas se añade, en este caso, un elemento extra de morbo. En la semana siguiente al suceso, la prensa estadounidense informó de dos ataques caníbales más en Luisiana y Baltimore, “supuestamente” relacionados con la droga caníbal, que estaba al alcance de cualquiera en su propio baño. Vamos, que parece un guion de película apocalíptica de terror. 

No existe un solo caso de “ataques caníbales” documentados en toda la literatura científica mundial atribuida a la MDPV, a pesar de que la droga ha estado presente al menos desde el 2004, cuando se notificó por primera vez. En un informe más amplio documentado de intoxicaciones por MDPV, no se hace referencia a episodios de agresividad, violencia o “ataques caníbales” inducidos por esta sustancia. Sí se destaca que el cuarenta y seis por ciento de los usuarios tenían antecedentes de problemas de salud mental. 

La MDPV es una sustancia estimulante, que puede provocar unos efectos muy intensos y duraderos, sobre todo en relación con otros compuestos muy cercanos químicamente, las catinonas. En esos años este tipo de NPS se distribuían con el nombre de sales de baño (bath salts). La MDPV es, aproximadamente, diez veces más potente que, por ejemplo, la mefedrona o la metilona, dos sustancias que también se usaban en la época. 

En el servicio de análisis de Energy Control hemos analizado treinta y nueve muestras, siendo la primera detección en el 2009 y la última en el 2019. En el 2014 fue fiscalizada en España, el mismo año que se detectaron varios casos de agresiones violentas, a mordiscos, en la isla de Ibiza. Así que la MDPV desapareció del panorama, no sin dejar un intento de impacto mediático aterrador.

Metilendioxipirovalerona (MDPV):

Alfa-PVP: la ‘flakka’, ¡llegaron los zombis!

Durante el verano del 2015 una nueva sustancia fue protagonista de una enorme alarma mediática: Alfa-PVP, también conocida como flakka gracias a la prensa alarmista. El fenómeno comenzó en Estados Unidos, donde se publicaron vídeos de personas comportándose de manera errática, como zombis, supuestamente, como consecuencia de haber tomado esta sustancia. Según contaban en la prensa y demás medios de comunicación, se trataba de la droga zombi. El nombre de flakka no sabemos bien de dónde le viene, pero los titulares de esa época en referencia a esta sustancia no tenían desperdicio: 

  • Flakka, la droga que genera un comportamiento loco”
  • “La flakka, la terrorífica droga que transforma a sus víctimas en violentos zombis” 
  • Flakka, la droga sintética que causa delirio extremo”
  • “Sanidad alerta sobre los efectos de la flakka, la droga que provoca delirios extremos” 
  • “La flakka, la droga sintética con efectos devastadores, de moda en Estados Unidos” 
  • Flakka, la droga de Hulk, ya está en España” 

Igual que con la MDPV, los medios de comunicación crearon un discurso alarmista. Este tipo de discursos dificulta un abordaje pragmático sobre los efectos reales de esta sustancia, sus beneficios y los riesgos que se puedan derivar de su uso, así como información basada en la evidencia para las personas que hayan decidido consumir, desde una perspectiva de reducción de riesgos y daños, y, sobre todo, evitando estigmatizar y, por supuesto, ayudar a quien pueda llegar a tener problemas, tanto de salud, como sociales y legales. 

Desde Energy Control difundimos una publicación, por esas fechas (julio del 2015), con el fin de compartir nuestro conocimiento sobre el consumo de esta sustancia en nuestro país con la intención de calmar alarmismos innecesarios provocados por las noticias sensacionalistas publicadas. En el comunicado se ofrecía información útil y basada en la evidencia que se tenía en el momento respecto a Alpha-PVP. A esta NPS se le atribuían efectos como agresividad extrema, desorientación, agitación, delirios y alucinaciones. En definitiva, conductas tipificadas como extrañas o erráticas. En la publicación se exponía información clara y necesaria para conocer esta sustancia. A continuación, describiremos una serie de puntos, ampliados con datos actuales, pero muy parecidos a los que se difundieron en el momento de la alarma mediática. 

¿Qué es la ‘flakka’?

Alfa-PVP: diagrama 2D de la molécula. Prolintano: diagrama 2D de la molécula.
  • La sustancia llamada flakka es Alfa-PVP (α-Pyrrolidinopentiofenona), una sustancia del grupo de las pirovaleronas (catinonas) con efectos estimulantes. 
  • Aunque es relativamente nueva como sustancia recreativa, se trata de una sustancia patentada por una compañía alemana en 1967, por lo tanto, no es tan nueva. Curiosamente, es un compuesto muy similar químicamente a otro que fue muy utilizado por algunas generaciones, sobre todo, para incrementar el rendimiento intelectual. Se trata del prolintano, principio activo del Katovit.

  • Su dosis activa comienza a partir de entre 3 mg y 5 mg. Incrementos de pocos miligramos producen una fuerte estimulación. Los efectos duran entre dos y tres horas. En realidad, comparando con otros estimulantes, esta sustancia es notablemente potente, así que su dosificación se debe realizar con cuidado. 
  • Detectamos por primera vez Alfa-PVP en noviembre del 2011. Hasta hoy, ha sido encontrada en veintiocho ocasiones. La última detección de esta sustancia fue en el 2021, luego parece haber desaparecido de la escena. 
  • Ha sido detectada con mucha frecuencia vendida como otra sustancia: MDMA, MDPV, metilona, 3-MMC, ketamina, mefedrona, anfetamina, etc. También se ha encontrado como ingrediente de productos denominados legal high, vendidos como sustitutos legales de drogas recreativas; en concreto, se detectó en un producto con el nombre de Ocean Snow. 
  • No se dispone de estudios en humanos sobre su toxicidad ni su prevalencia de uso. No obstante, en el 2017, el Sistema de Alerta Español, del Plan Nacional sobre Drogas, publicó una alerta en donde se enumeraban dos casos de intoxicación y tres fallecimientos en relación con el consumo de Alfa-PVP en España. Es importante tener estos datos en cuenta, ya que antes de atribuir intoxicaciones o muertes a una determinada droga, se debe esperar a conocer los resultados toxicológicos que confirmen su presencia en el organismo de la persona afectada. Además, es imprescindible distinguir los casos anecdóticos o excepcionales de los casos frecuentes. 
  • Tras la primera generación de catinonas (MDPV, metilona y mefedrona), aparece la segunda generación, de la que Alfa-PVP forma parte. Esta segunda generación busca reemplazar a la primera, a medida que las sustancias se van fiscalizando. En España, está fiscalizada desde el 2016.
  • Todas las drogas estimulantes pueden generar, en dosis altas o en personas predispuestas, episodios de agresividad o violencia. Es importante destacar que el alcohol es la sustancia que con más frecuencia se asocia a estas conductas.

Alfa-PHP y Alfa-PHiP: las herederas de esta saga 

Alpha-PHP y Alpha-PhiP Diagrama de la molécula en 2D

El sensacionalismo y la alarma respecto al uso de NPS suele producir dos fenómenos: 

  1. La población general, no interesada en bucear en la web y foros de NPS, conoce estas nuevas sustancias, sin buscarlo: los medios de comunicación se lo ponen en bandeja. Aunque la información que les llega es muy alarmista y enfocada a los daños, esto no impide que un buen número de personas curiosas se animen a probar y a incluirlas en su menú psicoactivo habitual. El resultado es que muchas más personas acaben usando estas NPS, de una manera menos informada y con menos precauciones que personas habituadas a experimentar con las NPS. Hay que tener en cuenta que algunas de estas sustancias presentan actividad con muy pocos miligramos y puede ser peligroso dosificarlas a ojo. Esta situación puede conllevar un aumento de casos de intoxicación, algunos de ellos graves. 
  2. Debido a la alarma en las noticias y a una constatación del aumento de las intoxicaciones asociadas a estas sustancias, las autoridades toman cartas en el asunto y no tardan en incluir estas NPS en las listas de fiscalización. De esta manera dejan de venderse en circuitos “legales”, normalmente en tiendas en línea. El stock remanente pasa a ser desviado al mercado ilícito, bien para poder seguir suministrando a quien quiere seguir usándolas y ya no puede mediante la compra en línea o bien porque comienzan a adulterar otras sustancias más clásicas intentando emular sus efectos y de esta manera dar salida a este material, recién fiscalizado. Esto lo hemos podido constatar con nuestros análisis en diversas sustancias: MDMA (cristal y pastillas), cocaína, mefedrona, ketamina, etc. 

Al final de este proceso mediático-alarmista-prohibicionista, estas NPS acaban siendo sustituídas por otras menos conocidas. De esta manera, tenemos NPS emergentes que ocupan el lugar de las anteriores. Algunas son nuevas y aparecen a partir de nuevas síntesis, pero otras llevan circulando por el mercado “alegal” algunas decenas de años, aunque solo han sido conocidas por personas muy frikis en la materia de las NPS. 

Podríamos aventurarnos a decir que es el caso de Alpha-PHP y Alpha-PHiP. No es que haya solo estas dos opciones, en realidad todavía hay cientos de compuestos similares que podrían haber sustituído a la MDPV y Alfa-PVP, pero por diversas razones estas dos se han popularizado más. 

Tenemos que decir que con Alfa-PHP ya llegamos tarde. En mayo del 2021, en plena pandemia COVID, esta sustancia fue fiscalizada. Así que solo nos queda una artista conocida para seguir con la historia, al menos sin tener problemas con la justicia. 

La gran diferencia entre la flakka y estas dos últimas alfas no es otra que la popularidad. Si observamos sus moléculas químicas, son muy parecidas, y a nivel de efectos, dosis, tiempos de duración, salvo algunos matices, también son muy parecidas. En cuanto a los riesgos para la salud no tenemos ni idea de sus diferencias, porque no ha dado tiempo a estudiar una sustancia, ni siquiera observando los efectos en la población general, que rápidamente la han fiscalizado y sin mucha dilación aparece otra más nueva y con menos datos para valorar su uso seguro.

En lo que no se parecen es en el número de personas que las han usado o han tenido conocimiento de ellas. De hecho, en nuestro servicio de análisis hemos detectado muchas menos muestras de estas dos sustancias juntas que de flakka. De Alfa-PVP hemos analizado unas veintiocho muestras, sin embargo, Alfa-PHP solo ha sido detectada en trece muestras, mientras que solo cuatro de Alfa-PHiP. Si bien la sustancia más actual es Alfa-PhiP, la cual venimos detectando solo desde el 2022, a Alfa-PHP la hemos estado observando desde el año 2015, justo coincidiendo con el pleno auge de Alfa-PVP.

Todas las alfas son Alfa

La historia de Alfa-PHP y Alfa-PhiP

Alfa-PHP y Alfa-PHiP no han sido tan populares como Alfa-PVP, buena prueba de ello es que no tienen un alias tan conocido como es la flakka. No obstante, en determinados entornos y/o colectivos son dos sustancias muy populares y consumidas. De hecho, no se consideran como dos sustancias, sino como una que denominan Alfa, un nombre más apropiado que flakka y que también procede de Alfa-PVP.

En el ambiente o cultura del Chem-sex, el uso de NPS, estimulantes, del grupo químico de las catinonas, es muy frecuente. Junto con la metanfetamina, el G (GHB o GBL), es frecuente que haya alguna catinona para completar el menú psicoactivo, ya sea mefedrona, 3-MMC, 4-CMC, etc. Alfa-PVP fue una más de estas catinonas usadas para acompañar las sesiones, recibiendo el apodo de Alfa. Actualmente, se sigue utilizando este sustantivo pero con Alfa-PHP y Alfa-PhiP, ya que Alfa-PVP ya no está disponible en el mercado. 

Estas sustancias tienen la peculiaridad de que se pueden fumar en pipas como la metanfetamina. De hecho, en ocasiones se utilizan en la adulteración de la metanfetamina, sustituyéndola. 

Alfa se usa para referirse, indistintamente, a cualquiera de las tres sustancias mencionadas, y es frecuente encontrar personas que no sepan que se trata de tres sustancias diferentes, ya que en la cultura Chem-sex todas son Alfa. De hecho, así lo hemos podido comprobar en nuestro servicio de análisis; en ocasiones, hay personas que nos contactan con la intención de analizar Alfa sin saber si es una u otra porque en realidad la han comprado como Alfa sin más. Es mediante el resultado del análisis cuando podemos saber cuál es. Es más, en alguna ocasión hemos encontrado mezcladas Alfa-PHP y Alfa-PHiP en la misma muestra. La pregunta es: ¿cuál es el adulterante y cual es la sustancia esperada? 

Esta historia ilustra en buena manera la gran incertidumbre que presenta el uso de las NPS en cuanto a determinar los riesgos o beneficios que puedan tener estas sustancias en las personas o el impacto en la salud pública. El tratamiento que se ha hecho de las NPS por parte de los medios de comunicación generalistas frecuentemente ha sido sensacionalista, buscando el morbo y el alarmismo, incluyendo la estigmatización de personas y colectivos. Todo esto dificulta enormemente la labor de las entidades y profesionales que buscamos difundir información veraz sobre los efectos de las sustancias con el objetivo de hacer un uso consciente y responsable… o irresponsable, pero al menos basado en un conocimiento suficiente como para tomar decisiones basadas en datos reales o científicos. De esta manera, no queda otra que utilizar mensajes genéricos sin saber concretamente a qué tipo de fenómeno nos estamos enfrentando. Lo mismo está ocurriendo, actualmente, con otros tipos de sustancias como son los nuevos opiáceos sintéticos, las benzodiazepinas NPS, etc., que están teniendo un impacto enorme sobre la salud pública en determinados países y colectivos. Creemos que sería muy conveniente regular las sustancias clásicas, de las que se tiene un amplio conocimiento, para abordar su consumo en la sociedad. Cannabis, heroína, cocaína, metanfetamina, LSD, GHB, MDMA…: todas prohibidas y todas bien conocidas para poder regular su uso de una manera responsable para la sociedad.

Referencias

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #314

Te puede interesar...

¿Te ha gustado este artículo y quieres saber más?
Aquí te dejamos una cata selecta de nuestros mejores contenidos relacionados:

Suscríbete a Cáñamo